El tiempo suele es un bálsamo infalible que suaviza el dolor hasta hacerlo desaparecer. Tiempo, entonces, necesitará Del Potro para superar la profunda marca que, imaginamos, dejará en su confianza la derrota ante el francés Jeremy Chardy.

Mirando atrás cuesta encontrar una caída tan fuera de contexto como esta. Juan Martín se había mostrado todopoderoso frente a Mannarino y Becker, era el jugador con menos games perdidos al completarse la segunda ronda, y su juego lucía suelto, desprendido de tensiones, casi despreocupado. Su declaración de ausencia anual en la Davis sin dudas le había sacado un peso de sus hombros.

¿Por qué perdió entonces? Por si alguien todavía no lo sabe, ningún partido se gana antes de jugarlo. Cuesta creer que Juan Martín se haya confiado de más, no es esa clase de jugador. Más lógico resulta pensar que Chardy, que tiene en su servicio y su drive virtudes que lo convierten en alguien extremadamente peligroso, le ganó la iniciativa. Una condición de cancha/pelota muy rápida aportaban a su plan de no entrar en peloteos desgastantes, algo que complementó a la perfección con numerosas (fueron 43) subidas a la red. Del Potro debió jugar buena parte del duelo adaptándose a la iniciativa rival, lejos de la costumbre de dictar las órdenes de cada punto. Sin nada que perder, Chardy leyó "inmensa oportunidad" donde el texto del partido decía "compromiso imposible". Y su espíritu anduvo suelto, liviano, desentendido de tensiones y dispuesto a aprovechar la gran posibilidad. Duplicado en winners y con un servicio que lejos de ofrecer garantías permitió 17 chances de quiebre, Juan Martín acomodó el score para forzar el quinto set pero lejos estuvo de acomodarse en una situación incómoda de entrada y en la que la frustración tuvo más espacio y protagonismo que la rebeldía.

Dentro de una semana, cuando en Tandil un crack esté descansando, la foto del campeón del abierto de Australia 2013 llegará a cada rincón del planeta. Y el tiempo, una vez más, empezará su trabajo sanador.

Federer y Murray avanzan sin complicaciones

MELBOURNE.- Juan Martín del Potro se convirtió En el primer favorito en despedirse de un Abierto de tenis de Australia donde Roger Federer y Andy Murray siguen sin ceder un set.

El tandilense cayó en la tercera ronda por 6-3, 6-3, 6-7 (3-7) 3-6 y 6-3 ante Jeremy Chardy después de casi cuatro horas de partido. El francés que ocupa el puesto 36 de la lista mundial, señaló con una sonrisa de oreja a oreja: "Estoy feliz, no sé qué decir, estoy feliz, jugué mi mejor tenis..." El galo buscará un lugar en los cuartos de final ante el italiano Andreas Seppi, que batió al croata Marin Cilic por 6-7 (2-7), 6-3, 2-6, 6-4 y 6-2.

Federer eliminó del cuadro a la gran esperanza local, Bernard Tomic, al que venció por 6-4, 7-6 (7-5) y 6-1. Por su parte, Murray no encontró rival en Ricardus Berankus y lo derrotó por 6-3, 6-4 y 7-5. El francés Gilles Simon derrotó a su compatriota Gael Monfils: 6-4, 6-4, 4-6, 1-6 y 8-6. (DPA)